¿Cómo pasar de una buena idea a un correcto posicionamiento de marca?
Sociedad Histórica es una start-up con una idea genial: ofrecen viajes temáticos basados en grandes historias reales. Por ejemplo: emular el viaje de Darwin en el Beagle o conocer la Amazonía tras los pasos de Orellana buscando El Dorado. Con una idea maravillosa y una propuesta de negocio sólida, Sociedad Histórica se encontró con un problema de conexión con los usuarios de su marca al querer alejarse demasiado de la imagen de una agencia de viajes. El trabajo de Fandom consistió en reorientar su posicionamiento, manteniendo todos sus valores y diferencias, pero generando una oferta reconocible.
Background
Sociedad Histórica de Expediciones y Viajes nació de la voluntad de su creador, Tito Vivas, un arqueólogo y egiptólogo, que quería construir una empresa para realizar “viajes al pasado”. No tanto en el sentido de viajes en el tiempo, sino de tematizar viajes a través de acontecimientos y personajes históricos reales. El problema de Sociedad Histórica era que no conseguía traducir esa apuesta innovadora en ventas.
Una agencia diferente, pero una agencia
Fandom realizó para Sociedad Histórica una ardua investigación, incluyendo una auditoría de marca, que arrojó unos datos concluyentes sobre los problemas de comunicación de la marca. Uno de los principales problemas de Sociedad Histórica era que no se presentaba como una agencia de viajes, incluso diciendo expresamente “no somos una agencia de viajes”. La pregunta de muchos potenciales clientes cuando se aceran a la marca era “¿entonces qué es lo que hacéis?” o “¿pero puedo compraros un viaje?”.
La primera propuesta concreta que resultó de los trabajos de investigación fue la necesidad de fijar una declaración de posicionamiento que sirviera para explicar qué es exactamente la marca a todos sus stakeholders. Se añadió al “no somos una agencia de viajes” el importantísimo matiz de “no somos una agencia de viajes convencional” y se enfatizó de forma indirecta la actividad de la empresa al expresar que se ofrecen “todas las garantías de una gran agencia y todo el sabor de las expediciones de antaño”.
Renovación y evocación: YO ESTUVE ALLÍ
Sociedad Histórica se lanzó al mercado con una imagen de época en la que los elementos gráficos propios de la era victoriana se completaban con fotografías del siglo XIX o de principios del siglo XX, con un marcado carácter etnográfico o, simplemente, en las que primaba más su valor histórico e informativo que el carácter evocador o sugerente de esas imágenes. Bajo los criterios de Fandom, Sociedad Histórica renovó por completo sus catálogos y su página web incorporando fotografías de gran calidad y de un valor paisajístico que generase un mayor engagement con sus potenciales consumidores.
Y para concentrar toda la esencia del mensaje en un reclamo poderoso, Fandom propuso que toda la comunicación de la marca Sociedad Histórica girase en torno al claim “Yo estuve allí”, formulando los viajes acompañados siempre de ese eslogan. “Cuando Rudyard Kipling escribió El Libro de la Selva. Yo estuve allí”, “Cuando Lagreé y Garnier fotografiaron Angkor Wat. Yo estuve allí”, “Cuando Robert Johnson pactó con el diablo. Yo estuve allí”.
El espacio
Como última etapa de la renovación de la marca Sociedad Histórica, se planteó la necesidad de contar con un espacio físico que dotase a la imagen de marca de cierta solidez para determinados consumidores. Aunque la actividad principal de Sociedad Histórica debía mantenerse en internet, de los datos de la investigación se desprendió la necesidad de contar con un local, con un espacio físico, que generase confianza y tranquilidad en los consumidores más conservadores y menos acostumbrados al comercio electrónico o simplemente más reacios a confiar en una empresa 100% digital.






De la necesidad se hizo virtud y la tienda de Sociedad Histórica se diseñó para convertirla en un trampolín de la marca, en un espacio que reuniese lo mejor de su narrativa y que permitiese además generar nuevos contenidos. La decoración se inspiró en los salones y clubes de caballeros londinenses, mezclándolo con un pequeño museo de objetos y piezas raras reunidas en los viajes de la agencia y también una sugerente biblioteca de viajes. Además de recibir a los clientes, el espacio se emplea para presentaciones de libros, conferencias o pequeñas reuniones culturales.
Una marca de referencia en el sector
Gracias al buen hacer de la gerencia de marca, unido a los trabajos de Fandom, Sociedad Histórica ha conseguido en muy poco tiempo convertirse en una marca de referencia en el sector y competir mano a mano con otras agencias más veteranas. En cuanto a cifras, tras el primer año del reposicionamiento de la marca realizado por Fandom, Sociedad Histórica recibió un 65% de peticiones de viajes, duplicó las visitas a su web y la facturación ha aumentado un 42% sobre los ejercicios anteriores. Cifras que avalan que los planteamientos estratégicos diseñados por Fandom apuntaban en la dirección correcta y que el producto de esta startup es sumamente atractivo y cuenta con unas previsiones extraordinariamente positivas para los próximos años.
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